
La tabla curva es uno de los objetos que más preguntas suscitan entre los adultos que visitáis mi página web y que sin embargo los niños adoptan de inmediato. A lo largo de estos años me habéis preguntado mil veces para qué sirve, si merecerá la pena, si jugarán con ella.
Los niños viven sus primeros años inmersos en la exploración y el juego. Cuando ven una tabla curva por primera vez no nos preguntan cómo funciona: simplemente se suben, se balancean, le dan la vuelta, colocan sus juguetes; y así hasta el infinito.



Pero ¿de dónde viene la tabla curva?
La tabla curva es un material de juego libre, vivencial. No tiene una única utilidad ni una forma de jugar concreta. Acompaña a los peques en su desarrollo motor y en el desarrollo de la creatividad durante diferentes etapas de la vida pero no es algo nuevo. El ser humano siempre ha jugado a balancearse sobre diferentes objetos: columpios, mecedoras, balancines…
El balanceo favorece la relajación, la concentración, es placentero. Además la forma de semicírculo de la tabla curva y sus materiales naturales la hacen agradable, bonita. Nos recuerda que somos parte de la naturaleza y nos anima a respetarla.



En los últimos años ha aparecido de la mano de las pedagogías activas que se basan en el aprendizaje libre y experimental, pero lo cierto es que a los peques les gustará sin saber si aquello es de una u otra corriente pedagógica.
¿Es beneficiosa para el desarrollo motor?
El movimiento, la exploración, el juego favorecen la psicomotridad general, el equilibrio, la confianza en una mismo, el desarrollo de la conciencia corporal.
Para balancearse deberá poner en marcha diferentes estrategias y mantener el equilibrio. El niño tiene que aprender a repartir su peso. Tiene que jugar con la velocidad del balanceo, modificar su posición y trabajar desde el centro de su cuerpo. Deberá también mantener su cuerpo y su tronco activo, tan importante en estos tiempos en los que pasamos tanto rato sentados. Además moverse ayuda a pensar, o por lo menos a pensar de otro modo…
Sin embargo, creo que no debemos buscar el beneficio per se, sino entender que la tabla curva es divertida.
La tabla curva es fácil de integrar en el día a día. Puede ser todo lo que los peques imaginen, y puede ser utilizada por niños de diferentes edades. Sirve para dentro dentro o fuera de casa, puede utilizarse sobre diferentes superficies.
Y será lo que ellos quiera: a veces será una hamaca, otras un fuerte, otras una cuna, otras un puente…




He visto a niños jugar a hacer fuertes, otros la han utilizado como mesita auxiliar, para apoyarse y leer, como carretera, lugar para poner a dormir los peluches o el rincón preferido para tomarse el bibe antes de dormir…lo mejor es que si su imaginación no tiene límites ¡la tabla curva tampoco!
¿La tabla curva es segura?
La tabla curva no tiene una edad de inicio y una edad tope en la que dejar de usarla y están homologadas según su tamaño hasta 200 kilos, pero como todos los materiales de juego libre al principio tienen que utilizarse bajo la supervisión de un adulto, además, verás que es fascinante ver cómo la trastea y juega con ella, están fabricadas en madera de haya europea (FSC) y su fabricación responde a todos los estándares de calidad que garantizan su seguridad y durabilidad.
Pueden jugar dentro o fuera con ellas, recuerda que al ser de madera, el uso y el disfrute dejarán su huella en ellas, en su color, en forma de marcas y huellas que no serán más que el testigo de las horas y horas de diversión.



¿Qué modelo de tabla curva es el adecuado?
Pues en la web puedes ver dos tamaños y diferentes acabados, elige la que más se acomode a tu estilo de vida y a tus necesidades, las pequeñas son más ligeras y manejables, las grandes os acompañarán hasta el infinito.
Existen otros dos tamaños de tablas curvas XL y PRO, pensadas principalmente para adultos y actividades deportivas como fisioterapia, yoga, gimnasia de recuperación de suelo pélvico, etc; y diferentes acabados y colores, también existen diferentes accesorios (como colchonetas y cojines adaptados) , si necesitas más información sobre ello no dudes en escribirme para saber más.



Las tablas curvas que tienen fieltro o corcho amortiguan los ruidos, están algo más protegidas de arañazos y golpes, las naturales lo aguantan todo y son ideales si quieres utilizarlas también en el exterior, además, llegado el momento puedes dejar volar tu creatividad y personalizarla.
Ahora solo queda que las pruebes…bueno, que las prueben ellos,.

